El arte forma parte del interiorismo, se integran uno con el otro para crear espacios únicos y personalizados.
Al crear un proyecto se destinan espacios para obras de arte que se tengan previstas o para las que se planean adquirir en el futuro. Esto permite dar a cada uno de los espacios el toque de exclusividad y personalidad, que los clientes esperan.
Lo más importante al combinar arte con interiorismo, es el poder hacer que el usuario se sienta identificado con el espacio.
El interiorismo crea emociones, por lo que a la hora de diseñar buscamos transmitirlo en cada uno de los espacios. El arte posee la misma función de generar emociones, aportando identidad a cada espacio, permitiendo que cuente una historia, sin tener que explicarla, basta con admirar los detalles.
Existe una infinidad de obras de arte, que van más allá de la estética, limitarse a su funcionalidad sería un error.
Estos son algunos de los puntos a tomar en cuenta:
1. Impacto estético
2. La historia de la pieza y su autoría
3. El sentimiento de los propietarios hacia esta, lo que significa y lo que transmite
El arte es una fuente de inspiración para los diseñadores de interiores, las pinturas, las esculturas y otras formas de expresión artística pueden ayudar a desencadenar ideas creativas y aportar al espacio una estética única que será el reflejo de cada usuario.
Además, el arte funciona como un medio de comunicación dentro del espacio, ya que dependerá de las obras que se incluyan para transmitir diferentes emociones a las personas que ingresen a cada uno de los espacios.
Es importante mencionar que tanto el interiorismo como el arte tiene la capacidad de crear espacios únicos según su funcionalidad, dichos espacios pueden formar parte uno del otro o ser completamente independientes y transmitir diferentes emociones.
Al elegir una obra para formar parte de un espacio se deben definir ciertos parámetros, estos son los más importantes:
1. Color
2. Escala
3. Estilo
El arte que se colocará en cada espacio debe de ser cuidadosamente seleccionado, para que se ajuste al estilo de los ambientes. Por lo que al elegirlo se puede definir la paleta de colores que será utilizada en todo el diseño, para crear un equilibrio visual y armonioso.
La escala de la obra es importante, ya que una obra de arte dentro de un espacio muy pequeño podría abrumar o por el contrario, una obra de arte muy pequeña podría perderse en un espacio grande. Por lo que se deberá de elegir una obra proporcional al ambiente.
El estilo de la obra dependerá mucho del estilo con el que se siente identificado el cliente, al igual que el tipo de arte, que puede ser un mural, un cuadro o una escultura. Inclusive se pueden combinar para crear un diseño único al crear ambientes sofisticados y expresivos.
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